Sabado

Devocional Familiar: Leer Juan 13, orar y cantar juntos

Devocional Personal: Jeremías 32:41

“Y me alegraré con ellos haciéndoles bien”

El Deleite de Dios en sus Hijos

¡Qué alentador es para los creyentes saber que Dios se rego- cija en sus santos! No podemos ver ninguna razón en nuestra vida para que el Señor se alegre en nosotros. Y no podemos deleitarnos en nosotros mismos porque reconocemos y llevamos la carga de nues- tra pecaminosidad, por lo que deploramos nuestra propia infidelidad hacia él. También tememos que el pueblo de Dios no se deleite en no- sotros porque seguramente es capaz de discernir muchas de nuestras imperfecciones y necias acciones. Como si esto fuera poco, ellos son más capaces de lamentar nuestras debilidades que de admirar nues- tros talentos y fortalezas. Debido a eso, disfrutamos de esta verdad incomparable, de este misterio glorioso, de que así como el novio se alegra por su novia, el Señor se alegra en nosotros

En ningún lugar de las Escrituras leemos que el Señor se alegre en las montañas coronadas por las nubes ni en las estrellas centelleantes, pero sí leemos que se deleita en los lugares donde está su pueblo y en su pueblo mismo. Tampoco vemos por ninguna parte en la Palabra de Dios que los ángeles deleiten su alma, porque por ninguna parte él dice refiriéndose a los querubines y serafines: «Serás llamada Hefzi-bá, (RVR 1995) … porque en ti se deleita el SEÑOR» (Isaías 62:4, LBLA). Sin embargo, sí lo dice de nosotros (pobres criatu- ras caídas, corrompidos y pervertidos por el pecado) que hemos sido salvados, exaltados y glorificados por su gracia.

¡Cuán plenamente Dios expresa su deleite en su pueblo! ¿Quién podría haber llegado a concebir que el eterno Dios prorrum- piría en cantos? Sin embargo, es lo que nos dice su Palabra: «Se de- leitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos» (Sofonías 3:17). Cuando el Señor contempló el mundo que había creado dijo que «era muy bueno» (Génesis 1:31). Pero cuando él contempla a los que fueron comprados por la sangre de Jesús, a sus escogidos, pareciera como si el gran corazón del Infinito no pudiera contenerse y estalla en divinas exclamaciones de gozo. En vista de esto, debemos expresar nuestra respuesta agradecida a la milagrosa declaración que el Señor hace de su amor por nosotros y cantarle: «Yo me regocijaré en el SEÑOR, ¡me alegraré en Dios, mi libertador!» (Habacuc 3:18).

Desafio y Aplicación

Devocionales de esta semana

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Lunes

Dios siempre cumple su palabra

Las promesas de Dios jamás han sido para dejarse de lado como si fueran para desechar: él quiere que las usemos. Su oro no es la moneda de un avaro: él quiere que lo usemos en el comercio. Nada agrada más a nuestro Señor que vernos poner sus promesas en circulación. Le encanta ver que sus hijos se ofrec...

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Martes

El Amor de nuestro Padre Celestial

El pueblo de Dios son sus hijos por partida doble: son de la familia por creación y son sus hijos por la adopción en Cristo. Por lo tanto, tienen el privilegio de dirigirse a Dios diciendo: «Padre nuestro que estás en el cielo» (Mateo 6:9). Padre. ¡Qué palabra tan preciosa! La misma palabra tiene au...

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Miercoles

Perseveremos en la oración

¡Qué gran cantidad de oraciones hemos pronunciado des- de el momento en que aprendimos a orar! Nuestra primera oración fue por nosotros mismos, pidiéndole a Dios que tuviera misericordia de nosotros y borrara nuestro pecado. Por supuesto, él escuchó esa oración, pero luego de disipar los pecados que nos cub...

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Jueves

Nuestra Unión con Cristo

Si este versículo describe la unión que existe entre nuestra alma y el Señor, imagina cuán profundo y ancho es el río de nuestra comunión con él. Esta unión no es un caño delgado por el que un diminuto curso de agua se abre paso. No, es un río de asombrosa profundidad y anchura con un importante aporte de «ag...

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Viernes

Debes Nacer de Nuevo

La regeneración es el verdadero fundamento de la salvación. Por lo tanto, debemos ser diligentes para saber con seguridad si he- mos nacido de nuevo, ya que muchas personas creen que nacieron de nuevo y no es así. Que te consideres un cristiano no te otorga la natu- raleza de ser un cristiano y haber nacido en un...

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Sabado

El Deleite de Dios en sus Hijos

¡Qué alentador es para los creyentes saber que Dios se rego- cija en sus santos! No podemos ver ninguna razón en nuestra vida para que el Señor se alegre en nosotros. Y no podemos deleitarnos en nosotros mismos porque reconocemos y llevamos la carga de nues- tra pecaminosidad, por lo que deploramos nue...

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Domingo

Dios quita nuestros pecados

Dios nunca se aparta de Su amor, pero pronto se aparta de Su ira. Su amor por Sus escogidos es de acuerdo a Su naturaleza, pero Su ira es sólo de acuerdo a Su oficio: Él ama porque es amor, y frunce Su entrecejo porque es necesario para nuestro bien. Él volverá al lugar en el que descansa Su corazón, es de...

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