Devocional Familiar:
Leer 1 Samuel 26, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Lucas 13:18-19
Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé? Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.
Parábola de la Semilla de Mostaza
Ayer meditamos en como nuestro Señor Jesucristo compara el reino de Dios con un grano de mostaza, mostrando una gran verdad sobre la naturaleza de su ministerio, hoy meditaremos en el resto de la parábola. En el versículo 19, Jesús menciona otros sujetos en la parábola, el primero es “un hombre” quien fue el que sembró el grano de mostaza en su “huerto” y esta creció y se hizo árbol grande y las “aves del cielo anidaron en sus ramas”. Entendiendo que aparte del grano de mostaza hay más “personajes” para comprender esta parábola adecuadamente también debemos entender; que papel estos otros “personajes” o sujetos” juegan. Recordemos que al ser una parábola podrían haber varios puntos de vista en su interpretación y es posible que usted tenga un punto de vista diferente al de otro hermano, pero el punto esencial de la parábola es el contraste entre un comienzo pequeño y un resultado grande, entre el principio y el fin, entre el presente y el futuro del reino de Dios.
Específicamente, ¿que representan entonces los otros personajes o sujetos? Bueno ya que el ministerio de 3 años de Jesús fue plantado directamente por El mismo, podríamos decir que este “hombre” que sembró el grano, es Jesús mismo. Jesus fue el primero que vino a anunciar el evangelio del reino de Dios y a iniciar el rescate de sus escogidos. Pero, si Jesús es el “hombre” que sembró el grano, ¿qué es entonces el “huerto”? Existen diferentes posiciones, algunos dicen que es el planeta Tierra, otros que es el pueblo de Israel y aun otros que es la Iglesia, pero al estudiar la parábola a la luz del ministerio de Jesus entendemos que tiene más sentido si comparamos al huerto con el mundo, ya que el evangelio debe ser anunciado por todo el mundo y de todo el mundo entero el Señor tomara para sí su pueblo. Luego de sembrar el grano este creció y se hizo árbol grande, “y las aves del cielo anidaron en sus ramas”, con esto entendemos que el punto central es que, bajo este gran árbol, que comenzó como una pequeña semilla de mostaza plantada por el hombre en su huerto, todos podremos descansar y habitar.
Desafio y Aplicación
En el día de hoy les exhorto a meditar en la obra de nuestro señor Jesucristo. Específicamente medita en cómo solo y únicamente por su obra hoy su Iglesia tiene paz para con Dios y podemos ser parte del reino de Dios. Como sus hijos e hijas somos llamados a habitar en su reino y a proclamar su reino a todo el mundo. Quizás conoces a alguien que necesita escuchar esta hermosa verdad hoy mismo, no te detengas de compartir el glorioso mensaje de salvación.