Devocional Familiar:
Leer 2 Samuel 13, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Lucas 18:3
“3También había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él constantemente, diciendo: “Hágame usted justicia de mi adversario”
Orando con perseverancia
Otro de los elementos que Jesús nos enseña en esta parábola por medio del personaje de la viuda es la virtud de la perseverancia. La viuda insistentemente regresaba ante el juez injusto a pedirle que le hiciera justicia contra su adversario. No sabemos la situación precisa por la que ella estaba pasando, pero lo importante es que Jesús recalcaba que ella era perseverante.
Jesús anima a sus discípulos a orar sin desfallecer, como vimos en el versículo uno. En otras versiones el versículo uno dice “no darse por vencidos”. Esta virtud es un llamado a todo discípulo de Cristo a orar sin cesar. Podemos ver en la Biblia el ejemplo de los apóstoles que no se cansaban de orar en numerosas y todo tipo de ocasiones:
Tesalonicenses 3:9-13:
Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios, orando de noche y de día con gran insistencia, para que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe?
También en otras ocasiones Pablo exhortaba a la continua oración porque es parte de la armadura que Dios nos ha dado para resistir en el día malo y estar firmes hasta que él venga, como dice en Efesios 6:18:
Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
Además, Pablo oraba porque él pudiera predicar el evangelio sin temor como dice más adelante en el versículo 19:
y [oren] por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio,
Finalmente, tenemos el texto muy conocido de la instrucción de Pablo sobre la oración en 1 Tesalonicenses 5:17, “Oremos sin cesar”.
Desafio y Aplicación
Hay mucho por qué orar, por tus necesidades, por situaciones difíciles, por sanidad, pero sobre todo por la salvación de las personas, las misiones, el crecimiento espiritual. Ora y persevera en la oración, no importa qué pase. Recuerda que Él es bueno, siempre está actuando y usa la oración para cambiar tu propio corazón.