Devocional Familiar:
Leer 1 Reyes 2, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Lucas 20:17
“17 Pero él, mirándolos, dijo: ¿Qué, pues, es lo que está escrito: La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo?”
La piedra angular y preciosa
En este día continuaremos con nuestra meditación de Lucas 20:17, Jesús les preguntó, “¿qué es pues lo que está escrito?” Respondiendo con la palabra misma de Salmo 118:22-23. Con esto sabemos que Jesús esta diciendo que él es esa piedra angular. Jesús sabía que él sería la piedra sobre la cual Israel tropezaría. Jesus es la piedra angular y preciosa de Dios para nuestra redención. La piedra angular se colocaba en una esquina al construir edificios, este no solo cargaba todo el peso, sosteniendo la estructura, sino que determinaba el diseño y forma de la estructura misma. En Isaías 28:16 Dios mismo dice que él pone esta piedra por fundamento, piedra aprobada, preciosa y estable. De la misma manera en Mateo 21:42 Jesús les dijo, “¿nunca leíste en las escrituras?, la piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo, el Señor ha hecho esto y es cosa maravillosa a nuestros ojos.”
También en Romanos 9:33 leemos, “cómo está escrito y aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída y el que creyera en él no será avergonzado.” Jesús es la piedra angular, el que sostiene nuestra fe y esperanza. Para los fariseos Jesus fue piedra de tropiezo y ofensa; ya que ellos no querían ver su pecado ni su orgullo, no querían doblegarse y pedir perdón por su pecado ante Dios. Pero para nosotros el caer en esta piedra angular, humillados y arrepentidos de nuestros pecados, esta piedra viene a ser preciosas, es nuestra salvación, nuestro sostén y nuestra roca fuerte. El Salmo 18:2 nos dice, “Jehová roca mía y Castillo mío y mi Libertador Dios mío fortaleza mía en él confiaré mi escudo y la fuerza de mi salvación mi alto refugio.” Efesios 2:20-21 también nos dice, “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo en quien todo el edificio bien coordinado está creciendo para ser un templo Santo en el Señor.” Aquí nos menciona al terminar el texto que nosotros somos un templo santo para el Señor, el cuál va creciendo juntamente, teniendo como fundamento a Jesucristo. Jesus es nuestro maestro, él es el que nos discípula diariamente por medio de las Escrituras. El Espíritu Santo es el que transforma nuestras mentes y nuestros corazones, y nos hace crecer en santidad. Aparte de Jesús estaríamos en condenación por la eternidad sin esperanza alguna de salvación.
Desafio y Aplicación
Hoy reflexiona en esta piedra preciosa, despreciada y rechazada por aquellos que quieren seguir una vida conforme a su iniquidad, orgullo, egoísmo y carnalidad. Esa piedra preciosa que para ti, qué has puesto tu vida a los pies de Cristo, en arrepentimiento ante sus pies, reconociendo la necesidad de esta piedra angular para ser edificado día a día, nunca serás avergonzado, porque Dios, nuestro Señor, está contigo. Te animo a orar constantemente por la unidad de los creyentes en Cristo Jesus, nuestro precioso fundamento. Medita en las palabras de Pedro en 1 Pedro 2:7, “para vosotros pues los qué creéis, él es precioso, pero para los que no creen la piedra que los edificadores desecharon ha de venir a hacer la cabeza del ángulo.”