Devocional Familiar:
Leer 1 Samuel 22, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Lucas 12:20-21
[20] Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? [21] Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
Bienaventurados los satisfechos en Cristo
Mis amados hermanos, esta semana hemos hablado de la parábola del rico insensato, junto con las advertencias en contra de la avaricia y el cuidado que debemos tener de amar más las riquezas que a Dios. Hemos reconocido que la vida no consiste en lo que el hombre posee y que todo en esta tierra es temporal y pasajero, todos vamos a morir a este cuerpo y necesitamos estar a cuentas con Dios. Entonces, ¿qué debemos hacer mientras somos peregrinos en esta tierra? Debemos hacer tesoros en el cielo. Mateo 6:19-21 dice: “[19] No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; [20] sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. [21] Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. Eso fue lo mismo que vemos en la parábola del rico insensato, en Lucas 12:20-21 explica: [20] Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? [21] Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios”. Hacemos tesoros obedeciendo a nuestro Señor, es importante que todo lo que hagamos sea para la gloria de Dios, como dice Colosenses 3:23-24: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”.
Todos los nacidos de nuevo ahora servimos a Cristo, nuestro Señor y Salvador, ya no servimos a las riquezas. Lucas 16:13 lo dice muy claro: “Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”. De algo tenemos que estar seguro, servimos a un excelente Señor. Recuerdas que el mismo Jesús dijo en Lucas 11:13 “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”. Mis hermanos, nuestros tesoros en Cristo son infinitos, tenemos las riquezas de la gracia, hemos sido comprado a precio de sangre, hemos sido sellados por el Espíritu Santo, ahora somos hijos de Dios aceptos en el amado Cristo Jesús. Eres valioso para Dios, eres más valioso que las aves como lo dice en Lucas 12:24. ¡Gózate en tu Salvador! ¡Eres bienaventurado, dichoso de ser parte de la familia de Dios!
Desafio y Aplicación
No seas como el rico insensato que quiso ser autosuficiente y crear su propio reino. Seamos humildes, diligentes en nuestro trabajo para proveer para nuestras familias y al mismo tiempo estar contentos con lo que tenemos, y si no tenemos algo que podamos ir ante Dios en oración pidiendo y confiando que él cuida de nuestras necesidades. Recuerda, la mejor aplicación para vencer la avaricia es siendo generoso. Comienza hoy, sé fiel en tus diezmos y ofrendas, invita a un hermano a comer, ayuda con sabiduría y sirve a los demás para la gloria de Dios. Hechos 20:35 nos anima: “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”. Siéntete dichoso de ser parte de la familia de Dios y de estar satisfecho en Cristo, y dar de gracia lo que por gracia se nos ha dado.