Devocional Familiar:
Leer 1 Samuel 6, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Lucas 8:5
5 El sembrador salió a sembrar su semilla
El sembrador y su semilla
Ayer vimos que la tarea principal para todo discípulo de Cristo es la tarea de estar con Él para luego salir a predicar. Usando el vocabulario de la parábola, la tarea principal para un discípulo que ha estado con Cristo es que salga a sembrar. Sin embargo, es importante tomar un momento para recordar la naturaleza de la semilla que se nos ha confiado. Es importante asegurarnos que estamos sembrando la semilla correcta, y no semillas falsas.
La semilla que se nos ha confiado es el mensaje del evangelio. Nuestra tarea como discípulos de Cristo no es sembrar cualquier semilla, sino la de sembrar la semilla antigua que Dios ideó desde antes de la fundación del mundo. Esta semilla se puede definir en términos de su contenido y de su llamado. El contenido de esta semilla se resume en la muerte, sepultura y resurrección de Jesús en favor de los pecadores. Sin embargo, también contiene un llamado: “Arrepiéntete y cree.” Si excluimos la primera parte de arrepentimiento porque la gente quiere escuchar de un Dios sólo de “amor,” ya no estamos predicando el evangelio bíblico, sino que caemos en el error del libertinaje y minimizamos el señorío de Cristo. Por otro lado, si excluimos la segunda parte de la fe, ya no estamos predicando el evangelio bíblico, sino que caemos en el error del legalismo y minimizamos la gracia de Cristo.
Siempre hay una tentación de buscar la semilla que le caiga mejor a la gente. Siempre hay una tentación de dar a las personas la semilla más sabrosa a sus paladares carnales. Sin embargo, la semilla que nos toca sembrar es un mensaje centrado en la vida, muerte y resurrección de Cristo que llama al arrepentimiento y a la fe. Es una semilla que resulta en juicio para algunos y salvación para otros. En las palabras de apóstol Pablo en 2 Corintios 2, nosotros portamos el olor del conocimiento de Cristo. Para algunas personas, somos “olor de muerte para muerte.” Sin embargo, para otras personas, somos “olor de vida para vida.” El mensaje del evangelio salva a las personas que lo reciben y condena a las personas que lo rechazan. Esto siempre ha sido el caso, por lo cual Pablo tuvo mucho cuidado de no alterar el único y verdadero evangelio que Dios le había encomendado, como explica en 2 Corintios 2:17, “17 Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo”.
Desafio y Aplicación
¿Cuál semilla estás sembrando hoy? ¿Es la semilla del libertinaje? ¿Es la semilla del legalismo? Recuerda que el evangelio es poder de Dios para salvación. Recuerda que cuando buscas compartir el evangelio con alguien, hablas de parte de Dios y delante de Dios. El evangelismo no se trata de usar palabras humanamente atractivas, sino de hablar la palabra de Dios para la gloria de Dios. Te desafío a cuidar la semilla que estás sembrando y conservar su contenido Cristocéntrico y su doble llamado de arrepentimiento y fe.