Devocional Familiar:
Leer 1 Samuel 7, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Lucas 8:11-14
11Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios.12 Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven.13 Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan.14 La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.
La realidad del fruto falso
En esta parábola, hay cuatro tipos de terrenos. El primer terreno representa a las personas que rechazan el evangelio al escucharlo. Sin embargo, el segundo y tercer terrenos representan a las personas que parecen creer y dar fruto al recibir el evangelio. Sin embargo, en realidad representan a las personas cuya conversión no fue genuina.
Es decir, el segundo terreno, las piedras, representa a las personas que “reciben la palabra con alegría cuando la oyen.” Sin embargo, como la semilla no echa raíces en el corazón de estas personas, “creen por algún tiempo, pero se apartan cuando llega la prueba.” La realidad es que hay personas que se hacen miembros de la iglesia visible pero pronto se apartan cuando viene el sufrimiento y el dolor de esta vida. Cuando abandonan la fe por causa de su sufrimiento, dan evidencia que realmente nunca nacieron de nuevo y nunca fueron miembros de la iglesia invisible y verdadera.
El tercer grupo de personas representadas en esta parábola son el terreno espinoso. La semilla que cae entre espinos nunca madura para dar fruto por “las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida.” La realidad es que hay muchas personas que parecen creer en Cristo, se bautizan y comienzan a emocionarse con las actividades de la iglesia. Sin embargo, con el paso del tiempo, su amor por el dinero y las cosas de este mundo poco a poco los aparta de la iglesia hasta que abandonan a la iglesia completamente. Al igual que las personas representadas por el terreno lleno de piedras, las personas representadas por el terreno espinoso dan evidencia que nunca nacieron de nuevo y que nunca fueron miembros de la iglesia invisible y verdadera.
¿Qué nos enseñan estos ejemplos generales de conversiones falsas?
Primero, tenemos que recordar que no toda persona que dice creer en Cristo y que participa en actividades cristianas realmente ha nacido de nuevo. Por lo tanto, es importante que todos nos examinemos a nosotros mismos para ver si estamos en la fe. Además de examinarnos a nosotros mismos, debemos llevar a otros a que examinen sus vidas a la luz de lo que la Biblia dice. No queremos dar una seguridad falsa a las personas de su salvación, si el fruto de su vida revela que no han nacido de nuevo.
Es importante recordar que la evidencia más clara de una conversión falsa es la falta de fruto cristiano, como dice Mateo 7:15-20:
15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.20 Así que, por sus frutos los conoceréis.
Desafio y Aplicación
Te desafío a meditar en tu propia vida a la luz de la palabra de Dios. ¿Amas a Dios? ¿Amas a tus hermanos en tu iglesia local? ¿Estás creciendo en santidad? ¿Estás dando el fruto del Espíritu Santo? Si tu respuesta a estas preguntas es no, entonces no has conocido a Dios y no has nacido de nuevo. Sin embargo, todavía hay tiempo. Hoy Dios te llama a que te arrepientas de tus pecados y pongas toda tu fe en Cristo para tu salvación.