Sábado

Devocional Familiar: Leer 2 Samuel 21, orar y cantar juntos

Contemporanea:

El Es El Rey

Niños:

Me Siento Feliz

Devocional Personal: Lucas 18:14

“Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.”

Como ser exitoso en el Reino de Dios

Las parábolas de Jesús tienen el propósito de enseñarnos verdades nuevas y radicales sobre el Reino de Dios. La parábola del fariseo y publicano cumple bien este propósito. La verdad sorprendente de esta parábola es que no somos justificados delante de Dios por nuestras obras, sino que somos llamados a humillarnos delante de Dios y reconocer nuestra necesidad de su misericordia. El fin de esta parábola resume esta verdad, “porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.” Esto no significa que, si te humilles, Dios te hará famoso o importante. En cambio, significa que Dios te enaltecerá en su Reino cuando te humillas delante de él y confíes completamente en Dios para tu justicia. Aunque esta idea quizás suena un poco rara para este mundo, si lo pensamos bien, este es el mensaje que vemos en la Biblia. Para entrar en el Reino de Dios se requiere la humildad de reconocer nuestra inhabilidad de ser justos en nosotros mismo y que nuestra única esperanza viene en Jesús. También, vivir en el Reino de Dios requiere humildad. Tenemos que ser humildes para vivir con amor a otros cristianos. Es muy difícil ser paciente con otros si nuestro tiempo y deseos son más importantes que los demás. Es difícil pensar lo mejor de otros cuando solo nos enfocamos en como todas las cosas nos afectan a nosotros mismos. Es imposible gozarnos con los que se gozan y llorar con los que lloran cuando estamos más preocupados por nuestras propias necesidades. Crecer en nuestra relación con Dios también requiere humildad. Tenemos que ser humildes para buscar a Dios a través de su palabra y oración. Tenemos que humillarnos para venir a Dios después de pecar, pidiendo perdón y restauración. Tenemos que humillarnos para reconocer que necesitamos el apoyo de otros hermanos en nuestras vidas. Como vemos, nuestra identidad como miembros del reino de Dios tiene que ser marcado por una humildad profunda.

Desafio y Aplicación

Los dos hombres en esta historia nos dan un ejemplo de nuestras dos opciones. El fariseo está marcado por seguir su propia lista de reglas y orgullosamente presentarse “bien” delante de Dios y de los hombres. Pero, el publicano reconoce su propio pecado y debilidad, clamando a Dios para perdón y transformación. Tenemos que hacer lo mismo. Te animo a reflexionar hoy en que todos tenemos una necesidad profunda de la obra de Dios en nuestras vidas, incluyendo para cambiar nuestros deseos y acciones. Cada día debemos pedir en humildad la obra de Dios en nosotros para amarle a Él y a otros en ese día. Dios promete que si hacemos esto nos va a exaltar en su Reino. Pero esa exaltación se mide en metas y valores del Reino de Dios. La promesa es que podrás llevar gloria a Dios y ser exitoso en ser transformado a la imagen de Dios. Hoy, acércate y pide a Dios por un corazón humilde y un deseo insaciable para llevarle gloria a Dios en tu vida.

Devocionales de esta semana

Mueva hacia los lados para ver más

Lunes

La paradoja del Reino

Esta semana vamos a hablar de la parábola del fariseo y publicano. Esta parábola explora la diferencia entre alguien que trata de auto-justificarse delante de Dios en vez de buscarlo para el perdón de sus pecados. Esta parábola tiene dos personajes: el fariseo y el publicano. En la oración del fariseo, vemos co...

Leer

Martes

Justificándonos en nuestro prójimo

Continuamos hoy estudiando la parábola del fariseo y el publicano. El fariseo es condenado por auto justificarse y por su orgullo. Ayer vimos que la autojustificación se muestra en que, nos enfoquemos en nuestra propia gloria y reconocimiento y no en la de Dios. Un segundo resultado de esto es que ...

Leer

Miércoles

¿A quién apunta tu vida?

En la parábola para esta semana, vemos al fariseo que se auto-justifica en vez de reconocer su propio pecado. Como cristianos reconocemos que nuestra justificación final viene de Cristo. Aun así, a veces usamos nuestro buen comportamiento para hacer crecer nuestra propia imagen y convencernos a nosotros mism...

Leer

Jueves

Reconociendo la necesidad de gracia ante nuestro pecado

Cada uno de nosotros queremos que otros nos vean en una forma positiva y así poder sentirnos bien sobre nosotros mismos, es parte de ser humanos. Pero esto muchas veces resulta en que ignoremos nuestro propio pecado y echemos la culpa en otros sobre los problemas en nuestra vid...

Leer

Viernes

La culpabilidad al vivir a tu propio estándar

¿Cuántas veces sientes culpabilidad por cosas que has hecho aún después de confesarlas a Dios? ¿Te encuentras pasando días lamentando decisiones que has tomado y preguntándote como pudiste haberte equivocado tan mal? Esto podía indicar que tienes algo en común con el fariseo de esta pará...

Leer

Sábado

Como ser exitoso en el Reino de Dios

Las parábolas de Jesús tienen el propósito de enseñarnos verdades nuevas y radicales sobre el Reino de Dios. La parábola del fariseo y publicano cumple bien este propósito. La verdad sorprendente de esta parábola es que no somos justificados delante de Dios por nuestras obras, sino que somos llam...

Leer